El ejercicio físico debería formar parte de la vida de todo el mundo, pero en muchas ocasiones no somos conscientes de la importancia que tiene para enfrentarnos a múltiples enfermedades, entre ellas el cáncer.
En Sportplus adaptamos el entrenamiento a cada situación y a cada individuo, y en el caso de pacientes oncológicos combinamos el ejercicio físico y la fisioterapia para luchar contra la enfermedad.
A continuación te contamos como el entrenamiento puede ayudarte a luchar contra esta enfermedad, por una parte mejorando los procesos internos que previenen y mejoran el estado en pacientes oncológicos, y por otra parte como coadyuvante para los tratamientos contra la enfermedad.
En el primer caso se puede afirmar lo siguiente:
• Hay una relacionan estrecha entre unos mayores porcentajes de masa muscular unido a una buena composición corporal, y la reducción de la tasa de mortalidad y del riesgo de sufrir cáncer.
• El ejercicio reduce la caquexia inducida por cáncer, aumentando la masa muscular, el apetito y reduciendo la delgadez y los procesos inflamatorios de la caquexia.
• Actualmente se están sacando conclusiones importantes sobre la importancia del ejercicio físico en pacientes oncológicos pediátricos.
• El entrenamiento tiene efectos beneficiosos comprobados en los siguientes aspectos: fatiga, ansiedad, linfedema, funcionalidad, síntomas de depresión, calidad de vida, salud ósea y sueño.
• Además se está investigando su influencia en la función sexual, neuropatía, náuseas, función cognitiva, dolor, cardiotoxicidad y tolerancia al entrenamiento.
En relación a la combinación del entrenamiento y los tratamientos contra el cáncer se observa que:
• El entrenamiento, así como el aumento o mantenimiento de los niveles de masa muscular y una menor cantidad de grasa ayuda a mejorar la tolerancia al tratamiento de quimioterapia y reduce la toxicidad, incrementando las posibilidades de que el paciente pueda completar el tratamiento.
• Respecto a la quimioterapia, el ejercicio físico ha demostrado también ser una herramienta eficaz para prevenir o incluso revertir los problemas asociados al quimiocerebro derivados de la quimioterapia.
• El ejercicio físico también puede ser coadyuvante al tratamiento contra el cáncer, aumentando la eficacia de la quimioterapia y la radioterapia, regulando el ambiente tumoral, reduciendo la hipoxia y aumentando el riego sanguíneo en el tumor.
• En cuanto a la inflamación, en la radioterapia el ejercicio físico ayuda a reducir la inflamación producida por el propio tratamiento.